Una madre de Nueva Zelandia y su hijo de 6 años hicieron un breve viaje a Canadá. Ahora llevan semanas bajo detención del ICE

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Un breve viaje a Canadá y un pequeño error de papeleo llevaron a una madre del estado de Washington y a su hijo de 6 años a ser detenidos por autoridades de inmigración de EE.UU. durante más de tres semanas, según dijo su abogada a CNN.

Sarah Shaw, ciudadana de Nueva Zelandia que ha vivido legalmente en EE.UU. desde que llegó en 2021, fue detenida en el puesto de control de Aduanas y Protección Fronteriza de Blaine, Washington, cuando regresaba a casa después de dejar a sus dos hijos mayores en el aeropuerto de Vancouver para que viajaran a visitar a sus abuelos en Nueva Zelandia.

Sarah Shaw y su hijo de 6 años han pasado más de tres semanas en un centro de detención migratoria en EE.UU. CNN ocultó partes de la foto para proteger la identidad de los menores. - Cortesía de Victoria Besancon
Sarah Shaw y su hijo de 6 años han pasado más de tres semanas en un centro de detención migratoria en EE.UU. CNN ocultó partes de la foto para proteger la identidad de los menores. - Cortesía de Victoria Besancon

Shaw, de 33 años, eligió el vuelo desde Vancouver porque era directo y no quería que sus hijos tuvieran que hacer una escala solos, dijo su abogada Minda Thorward a CNN.

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Pero Shaw no se dio cuenta de que el permiso de viaje que le permitía salir y volver a entrar a EE.UU. había expirado. Fue entonces cuando Shaw y su hijo menor, cuyos documentos de inmigración eran válidos, fueron detenidos por la CBP.

Shaw trató de obtener un permiso humanitario, que le habría permitido entrar a EE.UU. y regresar a casa, pero le fue denegado, dijo su abogada.

Shaw luego preguntó si su novio o una amiga podían recoger a su hijo ya que sus documentos estaban en regla, pero de nuevo le fue negado ese permiso, dijo Thorward.

Fueron trasladados al Centro Residencial Familiar del Sur de Texas en Dilley, a unos 3.200 kilómetros de su hogar.

La detención de Shaw es uno de los ejemplos más recientes de la represión migratoria de la administración de Trump que, a pesar de prometer centrarse en criminales violentos, también ha involucrado a residentes legales como Shaw.

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Shaw llegó a EE.UU. como turista en 2021 y se casó con un ciudadano ese año. Poco después, el matrimonio terminó y ella presentó una petición I-360 en abril de 2022, dijo su abogada a CNN. Su solicitud sigue en revisión tras múltiples retrasos.

Shaw había estado viviendo en EE.UU. con una “combo card”, un documento dual que sirve como permiso de trabajo y documento de viaje. Obtuvo el permiso a través de su trabajo para el estado de Washington, dijo su abogada.

Cuando llegó el momento de renovar ambas partes de la “combo card”, Shaw pagó para renovar el permiso de trabajo, pero no renovó el permiso de viaje “porque no tenía planes de viajar en ese momento y es caro”, dijo Thorward.

En junio, Shaw recibió la confirmación de la renovación de su permiso de trabajo, pero creyó por error que también extendía su autorización de viaje –un “pequeño error administrativo de papeleo”–, según su abogada.

“Ella se había establecido completamente. Tenía un trabajo a tiempo completo, un nuevo novio, un apartamento, adoptó un perro y los niños estaban en la escuela y les iba muy bien”, dijo Thorward. “Cometió un error, pero no tiene condenas previas, ninguna. Este es un caso muy limpio”.

Inmigrantes caminan por el Centro Residencial Familiar del Sur de Texas de ICE, en Dilley, Texas, el 23 de agosto de 2019. - Eric Gay/AP/archivo
Inmigrantes caminan por el Centro Residencial Familiar del Sur de Texas de ICE, en Dilley, Texas, el 23 de agosto de 2019. - Eric Gay/AP/archivo

Shaw le dijo a Thorward que el Departamento de Seguridad Nacional dijo que podría ser liberada este viernes, pero Thorward dijo que no ha recibido actualizaciones directas de las autoridades. CNN se ha puesto en contacto con Inmigración y Control de Aduanas respecto al caso de Shaw.

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El Ministerio de Relaciones Exteriores de Nueva Zelandia dijo que estaba en contacto con Shaw, pero se negó a dar más detalles por razones de privacidad.

A punto de comenzar un programa de maestría en psicología este mes en la Northwest University, Shaw está preocupada por si será liberada de la detención a tiempo, dijo su abogada.

Thorward dijo que los funcionarios fronterizos tenían la opción de concederle a Shaw el permiso humanitario en lugar de detenerla.

“No era necesario, fue inapropiado e inhumano (detener a Shaw y a su hijo)”, dijo Thorward. “Ella está legalmente en el país. Ha estado haciendo todo de buena fe”.

En una declaración a CNN, un portavoz de CBP dijo que las personas con un permiso expirado que intenten reingresar a EE.UU. serían detenidas en cumplimiento de las leyes de inmigración.

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“Si están acompañados por un menor, CBP seguirá todos los protocolos para mantener a las familias unidas o arreglar el cuidado con un tutor legal”, dijo un portavoz.

Una amiga de Shaw, Victoria Besancon, le dijo a CNN que Shaw ha pasado tres semanas hacinada en un centro de detención, sintiéndose “increíblemente aislada”.

“Cada habitación contiene de 5 a 6 literas, y las habitaciones se cierran de 8 p.m. a 8 a.m.”, dijo Besancon a CNN, agregando que ha podido llamar por teléfono a Shaw todos los días y que recientemente pudo hacer videollamadas.

Besancon dijo que estaban entre los pocos angloparlantes del centro.

El hijo de Shaw ha estado “muy triste porque perdió sus vacaciones de verano por estar encerrado en el centro”. Shaw ha usado fondos del comisariato para comprarle helado y lápices de colores para que se sienta como en casa.

“No hay mucho para que los niños hagan. Tal vez algunos libros para colorear. No hay tiempo para que estén afuera”, dijo Thorward, agregando que los detenidos estaban sofocados por el calor del sur de Texas, donde las temperaturas de verano pueden alcanzar hasta los 36 °C.

El South Texas Family Residential Center, uno de los más grandes de su tipo en EE.UU., alberga principalmente a mujeres y niños migrantes. Después de cerrar el año pasado, reabrió en marzo bajo un acuerdo entre un operador privado de prisiones y el ICE, con capacidad para detener hasta 2.400 personas.

Otras madres que han estado detenidas con sus hijos en centros familiares de migrantes han descrito experiencias similares como traumáticas, y dijeron que tendrán un efecto psicológico duradero en los niños.

El ICE dice que los centros de detención son seguros. En su sitio web, la agencia incluye una lista de normas de seguridad y salud para los centros residenciales familiares.

La instalación de Dilley está “adaptada para familias”, dijo un portavoz de ICE. “Esto incluye exámenes médicos, dentales y de salud mental al ingreso”, y acceso a atención médica.

Lex Harvey y Todd Symons de CNN contribuyeron a este informe.

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