Aunque hubo intentos de reconciliación, la relación de Roberto Gómez Bolaños con Graciela Fernández se terminó cuando su romance con Florinda Meza se destapó públicamente. El divorcio se produjo en 1989 y, como es común y legal en este tipo de trámites, hubo un acuerdo de bienes que favoreció notablemente a la primera esposa del comediante.
En su autobiografía ‘Sin querer queriendo: memorias’, publicada en 2006, el creador de ‘El Chavo del Ocho’ detalló todo lo que le dejó a la madre de sus seis hijos tras la separación.
Gómez Bolaños confesó en su libro que iniciar una relación sentimental con Florinda Meza fue uno de los episodios más difíciles de su vida. Aunque sentía un fuerte vínculo con la actriz, figura esencial en sus proyectos televisivos, el paso que dio también fue acompañado por culpa, tristeza y conciencia de las consecuencias emocionales y familiares que provocaría.
“Representaba un inevitable trauma”, escribió sobre el divorcio con Graciela, al que describió como una ruptura dolorosa, aunque inevitable por las diferencias que ya existían entre ambos. En ese contexto, reconoció que la separación no solo debía abordarse desde lo afectivo, sino también desde la responsabilidad material.
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¿Qué le dejó ‘Chespirito’ a Graciela Fernández?
En el acuerdo tras el divorcio, Gómez Bolaños decidió dejarle a Graciela una parte considerable de su patrimonio. En este sentido, le otorgó: dos casas, varios terrenos, los inmuebles de la familia, su auto favorito y una suma considerable de dinero.
No lo hizo por obligación legal, sino por convicción personal: quería garantizar una estabilidad y bienestar a quien fue su compañera durante más de dos décadas.
El gesto fue respaldado por su hijo, Roberto Gómez Fernández, quien a través de una entrevista con Mara Patricia Castañeda reveló que su padre siempre estuvo presente.
“Nunca dejó de apoyar a mi madre en todos los sentidos, en lo económico por supuesto. Nunca le faltó nada y era mi padre el que estaba ahí apoyando, siempre, hasta el último día”, expresó el productor de la bioserie de ‘Chespirito’.
También añadió, entre risas, que su papá siempre se quejó de lo “mala administradora” que fue su mamá. “Y no es que derrochaba, porque vivía en un pequeño departamento, pero siempre era un ‘es que me hace falta para’... Estoy hablando de lo económico, pero fue en todo sentido el apoyo”, recalcó.
Asimismo, consideró que sus padres nunca dejaron de amarse y que jamás escuchó a Gómez Bolaños una queja de su mamá. “Al contrario, siempre habló muy bien de ella”, expresó.
El propio ‘Chespirito’ explicó en su autobiografía que su intención era compensar el impacto emocional del divorcio con una base sólida para el futuro de su exesposa. Aunque la separación fue dura, asumió que debía protegerla económicamente, reconociendo su papel en la vida familiar y el tiempo compartido.
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