El carismático expresidente de Bolivia Evo Morales dijo el sábado a The Associated Press que no sabía qué hacer ante las amenazas de los candidatos presidenciales de derecha de arrestarlo si llegaban al poder.
Desde su bastión en el trópico boliviano de Chapare, donde ha estado escondido durante meses bajo la protección de sus partidarios más acérrimos, anular sus boletas en las elecciones de alto riesgo de este domingo, desafiando la contienda de la cual está excluido debido a un polémico fallo de la Corte Constitucional
“¿Qué vamos a hacer? Ni yo lo sé”, dijo en respuesta a preguntas sobre cómo reaccionaría si alguno de los favoritos de la derecha, el multimillonario empresario Samuel Doria Medina y el expresidente Jorge “Tuto” Quiroga, ganara las elecciones presidenciales y cumpliera sus amenazas de arrestarlo. “Estoy en la mira del imperio de la derecha”.
Morales, de 65 años, fue acusado el año pasado de trata de personas y acusado de embarazar a una niña de 15 años cuando era presidente.
Si bien no ha negado rotundamente haber tenido relaciones sexuales con la menor, ha descrito los cargos como motivados políticamente. Un juez emitió la orden de arresto mientras él y su exministro de Hacienda, el presidente Luis Arce, discutían por el control de su partido, el Movimiento al Socialismo, que durante mucho tiempo ha dominado el país.
Como resultado de su encarnizada lucha por el poder, el partido se fragmentó. Con la economía boliviana atravesando su peor crisis en casi cuatro décadas, la implosión del MAS le ha dado a la oposición de derecha su mejor oportunidad de ganar las urnas desde que Morales llegó al poder en 2006.
“Mira, es una elección sin legalidad, sin legitimidad… sin el movimiento indígena, sin el movimiento popular”, sostuvo Morales, el primer presidente indígena de Bolivia, en su entrevista con AP en la sede de su organización política, donde transmite un programa de radio semanal.
El voto nulo, dijo, “no es sólo un voto por nuestro movimiento político”.
“Es un voto de protesta, un voto de ira”.
Insultó a Doria Medina y a Quiroga, quienes se han postulado a la presidencia tres veces antes, perdiendo al menos dos veces ante Morales, como “eternos perdedores”.
Citando la desilusión generalizada de los votantes bolivianos con las opciones políticas, expresó su confianza en que el resultado de la elección revelaría una proporción inusualmente alta de votos nulos.
“Nadie va a ganar. Será el voto nulo, que es el voto de Evo”, dijo, hablando en tercera persona.
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