Se supone que las cuentas de ahorro para la jubilación 401(k) no se deben tocar. En teoría, ese dinero no es tuyo, son tus ahorros para el futuro.
Sin embargo, cuando los estadounidenses dejan sus trabajos, un tercio de ellos liquidan sus planes 401(k).
Este fenómeno se conoce como “fuga 401(k)” e implica que los trabajadores pierden miles de millones de dólares en ahorros para su jubilación.
Vanguard analizó en un artículo reciente por qué tantos estadounidenses cierran sus cuentas de ahorro para la jubilación cuando dejan sus empleos (alrededor del 33 %, según su estimación) y qué pueden hacer las empresas y los empleados al respecto.
El plan 401(k) fue diseñado para ayudar a los trabajadores estadounidenses a ahorrar para su jubilación, usando las exenciones fiscales como incentivo.
Las cuentas 401(k) suman casi 9 billones de dólares en todo el país, según el Investment Company Institute. La mitad de los empleados del sector privado ahora tienen esos planes, lo que representa una cifra récord.
Sin embargo, el dinero de los planes 401(k) no siempre termina financiando la jubilación de alguien.
Al menos 1,7 billones de dólares se encuentran en cuentas 401(k) perdidas u olvidadas, de acuerdo con una investigación de Capitalize, una empresa de servicios financieros.
Una nueva nota de investigación de Vanguard se centra en otro problema: las personas que liquidan sus cuentas de jubilación cuando abandonan sus trabajos.

Cobrar un plan 401 (k) suele ser la peor opción
Cuando dejas un trabajo, tienes varias opciones para gestionar el plan 401(k). Podrías no hacer nada y mantener el dinero en esa cuenta. O puedes realizar una “reinversión” transfiriendo esos fondos a otra cuenta 401(k) o de jubilación individual (IRA).
Otra alternativa es cobrar los fondos. De hecho, si estás dejando un empleo, retirar ese efectivo puede sonar atractivo, sobre todo si no tienes otro trabajo a la vista, estás planificando una mudanza o tal vez haya llegado un nuevo bebé a la familia.
“Puede ser muy tentador. Te encuentras ante una decisión trascendental en tu vida”, comentó Rob Williams, director de planificación financiera de Charles Schwab. “Si no es una gran cantidad, tu primer instinto suele ser cobrar ese dinero”.
Pero embolsarte el dinero de un plan 401(k) suele ser la peor opción, al menos en términos económicos.
Si liquidas un 401(k) antes de los 59 años y medio, generalmente tendrás que pagar impuestos sobre el monto, más una penalización del 10% por retiro anticipado.
Además, pierdes la oportunidad de aprovechar años de interés compuesto en las inversiones del 401(k).
Si liquidas una cuenta de ahorro para la jubilación de 7.000 dólares a los 40 años, quizá tan solo recibas 4.270 dólares en efectivo, después de aplicar las sanciones e impuestos, estimó Fidelity.
En cambio, si dejas esos 7.000 dólares invertidos durante 20 años más y esas inversiones aumentan a una tasa anual del 8 %, tendrás casi 35.000 dólares, según la calculadora de NerdWallet.
“Crees que es una cantidad pequeña, así que sacas el dinero, pero si lo dejaras invertido, podría haber crecido hasta convertirse en una suma mucho mayor”, afirmó Anqi Chen, directora asociada de ahorros y finanzas domésticas en el Centro de Investigación de la Jubilación del Boston College.

¿Por qué los trabajadores que dejan sus empleos liquidan los planes 401(k)?
Los trabajadores salientes cierran sus cuentas 401(k) por varias razones, según los expertos en jubilación.
Los investigadores de Vanguard teorizan que el principal motivo que impulsa a los trabajadores a liquidar sus cuentas de jubilación es la necesidad económica.
Es más probable que los trabajadores que cobran por hora liquiden su 401(k) que los empleados asalariados. Vanguard considera que puede deberse a que las personas que cobran por hora tienen ingresos más fluctuantes, unos altibajos que pueden dejarlos sin efectivo.
Los trabajadores con ingresos más bajos también tienen más probabilidades de cobrar el 401(k) que quienes tienen sueldos más altos. Ese dato también sugiere una necesidad económica de base.
“Muchos de esos retiros anticipados se deben a problemas de liquidez y falta de efectivo a corto plazo”, señaló Aaron Goodman, economista de Vanguard.
Vanguard descubrió que los trabajadores que disponían de un fondo de emergencia tenían muchas menos probabilidades de cobrar su 401(k) al dejar un empleo.
Por consiguiente, Vanguard insta a los trabajadores a ahorrar para afrontar las emergencias. Incluso 2.000 dólares para los días oscuros permitían que los trabajadores dejaran sus empleos sin verse obligados a asaltar los fondos de jubilación, según constataron los investigadores.
También es más probable que los empleados retiren el dinero de una cuenta 401(k) con un saldo pequeño. El retiro típico suma “unos pocos miles de dólares”, señaló Goodman.
Algunos trabajadores, sobre todo los más jóvenes, cierran sus cuentas de jubilación porque la suma les parece demasiado pequeña como para mantenerlas.
“Es fácil caer en esta mentalidad y pensar: ‘no es mucho dinero’”, dijo Mike Shamrell, vicepresidente de liderazgo intelectual de Fidelity Investments. “Pero si lo haces cada dos años a los 20 años, esos retiros empiezan a sumar”.
Transferir un plan 401(k) puede ser “extremadamente difícil”
Cobrar un 401(k) es relativamente fácil. En cambio, transferirlo a otra cuenta de jubilación puede ser “extremadamente difícil”, señaló Chen del Boston College.
Esa es otra razón por la que muchos trabajadores deciden liquidar sus planes de jubilación.
En una reinversión, transfieres esos ahorros para la jubilación a otra cuenta 401(k) en tu nueva empresa, o a una cuenta personal de ahorros para la jubilación (IRA).
Sin embargo, esas transferencias pueden complicarse, especialmente cuando los fondos van a una nueva cuenta 401(k) administrada por una empresa diferente.
Una investigación realizada por Capitalize, una plataforma de ahorro para la jubilación, descubrió que las reinversiones son “obsoletas y dolorosas”: solo el 22 % de los ahorradores lograron transferir los fondos de una cuenta sin ayuda y el 42 % dijo que tardaron al menos dos meses en terminar el proceso. En muchos casos, esas transferencias implican rellenar largos formularios y anticuados cheques en papel.
Algunas empresas animan a los trabajadores salientes a liquidar las cuentas de jubilación con un saldo pequeño “solo porque es más fácil para ellos”, dijo David John, asesor principal de políticas estratégicas del Instituto de Políticas Públicas de AARP.
La capacidad para transferir un plan 401(k) de un empleador a otro se llama “portabilidad”. De hecho, es precisamente la falta de portabilidad lo que ha impedido que los trabajadores conserven sus ahorros para la jubilación, según Chen y colaboradores.
Cuando los empleados que dejan un trabajo contemplan la posibilidad de transferir una cuenta 401(k), “se sienten un poco abrumados por el proceso”, comentó Shamrell de Fidelity. “Creen que tardará mucho y que será complejo”.
Una iniciativa reciente en el sector de los ahorros para la jubilación tiene como objetivo resolver el problema de la portabilidad. En 2022, un consorcio de proveedores privados de planes de jubilación anunció una colaboración para impulsar la portabilidad de las pequeñas cuentas de jubilación.
Cuando alguien deja un empleo, la red de proveedores se asegurará de que los fondos de jubilación “se transfieran sin problemas de una empresa a otra”, dijo John de AARP.
El programa de portabilidad automática se aplica a cuentas de 7.000 dólares o menos, esas que tienen más probabilidades de ser cobradas u olvidadas. La mayoría de los grandes proveedores de planes de jubilación se han sumado a esa iniciativa.
“Creo que hay una evolución, como debería ser, para convertir esto en un proceso más sencillo con unos pocos clics”, dijo Williams de Schwab.
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