Sorpresa en el mítico Teatro Chino de Los Ángeles. Sharon Stone acudió al estreno de Nadie 2, de Timo Tjahjanto, y deslumbró por varios motivos.En primer lugar, el más obvio, porque, a los 67, llegó dando lecciones de belleza y estilo. Olé a la estrella de Instinto básico, enfundada en uno de esos vestidos que marcarían hasta la más miserable muestra de grasa. Vestido azul marino, de cuello alto, con complementos en dorado… y unas gafas de sol de cristal azul que envolvían en glamour y misterio a la actriz.
La otra razón por la que sorprendió en su aparición fue que, haciendo una excepción en lo que viene siendo habitual en ella, posó alegremente junto a sus tres hijos: Roan, Laird y Quinn. Los tres la acompañaron a este estreno porque, según ha contado Stone, "Nadie es su película favorita"; un motivo por el que la actriz decidió participar en la secuela. Los jóvenes no solo acompañaron a su famosa madre a la première, sino que decidieron posar con ella, mostrando entre ellos una gran unión.
Una casa llena de chicos
El inicio del siglo XXI fue de lo más convulso para ella. Por una parte, el infarto cerebral que la mantuvo fuera de escena durante mucho tiempo. Por otra, la decisión, al principio, junto a quien era entonces su marido, el periodista Phil Bronstein, de adoptar primero a Roan (25 años) y después, una vez soltera, a Laird (20) y a Quinn (19). Desde entonces, la protagonista de Instinto Básico (1992) y Casino (1995) ha vivido con ellos en una suerte de "casa de fraternidad apestosa", bromeaba en una entrevista, en la que también recalcaba lo orgullosa que está de sus hijos.
Un nuevo look más femenino
"He estado usando calzoncillos tipo bóxer porque no puedes usar braguitas de mujer cuando tienes tantos chicos", explica con mucho humor en ese programa de televisión. Y también revela que ahora que sus tres hijos "viven en otros lugares", está haciendo algunos cambios. "Soy una chica de nuevo. Espero que lo hayan notado. Me siento realmente femenina de nuevo. Me ha vuelto a crecer el pelo, es increíble".
Son muchísimas las madres que, cuando sus hijos son pequeños, deciden mantener su pelo corto ya que es más cómodo y rápido de peinar. Cuando vuelven a recuperar parte de su tiempo personal, a medida que los niños crecen, comienzan a dejárselo más largo o a probar con nuevos estilos. Puede que esto sea lo que le ha pasado a Sharon Stone... aunque, según ha contado divertida, lo que sucedía es que se había convertido en "un chico más".
En cualquier caso, Sharon Stone está increíble con ambos looks: tanto con el pelo muy corto que ha llevado los últimos años, como con el nuevo long bob que ha estrenado este verano junto a su película, Nadie 2 (ya en los cines).
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