
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contó el lunes una historia sobre cómo “hizo una predicción correcta” sobre el resultado del referéndum del brexit, de 2016, en el Reino Unido, mientras visitaba su campo de golf en Escocia “el día antes de la votación”.
“¿Recuerdan?”, les preguntó a los periodistas.
No podían recordarlo. No sucedió.
En realidad, Trump visitó Escocia el día después del referéndum del brexit, no el día antes. Y aunque sí dijo, unos tres meses antes, que pensaba que el Reino Unido finalmente saldría de la Unión Europea, no hizo predicciones públicas en una entrevista el día antes de la votación; dijo que personalmente estaba a favor del brexit, pero también que “no creo que nadie deba escucharme porque realmente no me he centrado mucho en eso”.
La historia imaginaria de Trump sobre estos eventos de hace nueve años podría considerarse trivial en comparación con sus mentiras sobre temas urgentes como la inflación y la guerra en Ucrania. Pero es parte de un patrón: una larga serie de relatos igualmente fabricados del presidente sobre su propia historia y la historia mundial.
Y el patrón tiene un propósito. Las historias de Trump buscan exagerar su visión y conocimiento sobre asuntos nacionales y extranjeros, embellecer su biografía y su historial en el cargo, y minimizar a sus oponentes políticos.
Las historias suelen ser coloridas aunque sean falsas. La ficción histórica de Trump está salpicada de detalles vívidos y citas inventadas, todo para hacerlas parecer auténticas y lograr que queden grabadas en la mente de los votantes.
Un funcionario de la Casa Blanca, que respondió a las preguntas de CNN bajo condición de anonimato, señaló que Trump predijo correctamente el brexit y luego dijo: “Él estaba en Escocia antes de la votación”. El funcionario no reconoció que, contrariamente a lo que Trump afirmó el lunes y ha asegurado durante años, él no estaba allí el día antes de la votación del brexit y no hizo una predicción ese día.

Aquí hay una verificación de hechos de otros ocho ejemplos de historias falsas de Trump sobre el pasado, tan solo en los últimos dos meses:
Su afirmación falsa de que emitió una advertencia de “no entren” contra la invasión de Iraq de 2003.
Su historia falsa sobre una supuesta conversación con su difunto tío sobre el Unabomber.
Su afirmación falsa de que fue la persona que desplegó la Guardia Nacional durante los disturbios civiles en Minneapolis, en 2020.
Su afirmación falsa de que firmó una ley, en 2020, para imponer sentencias automáticas de 10 años de prisión a personas que dañen monumentos.
Su afirmación falsa de que estaba siendo sarcástico cuando prometió repetidamente poner fin a la guerra de Rusia en Ucrania dentro de las 24 horas posteriores a su regreso al cargo.
Su afirmación falsa de que la Unión Europea fue creada para aprovecharse de Estados Unidos.
Su afirmación falsa de que los aranceles se impusieron solo después de la Gran Depresión, y no durante ella.
Su afirmación falsa de que Corea del Sur convenció al expresidente de EE.UU. Joe Biden de permitirle dejar de hacer cualquier pago para compartir el costo de la presencia militar estadounidense allí.
El propio pasado de Trump
Trump y la guerra en Iraq
Trump, promocionando su destreza en política exterior, ha estado afirmando falsamente durante años que advirtió de manera pública a Estados Unidos de no invadir Iraq en 2003. Lo volvió a hacer en comentarios a periodistas en junio: “Lo dije fuerte y claro, pero era un civil, aunque supongo que recibí mucha publicidad, pero me oponía mucho a la guerra de Iraq. Y de hecho dije: ‘No entren, no entren, no entren’. Pero dije: ‘Si van a entrar, quédense con el petróleo’. Pero no lo hicieron”.
Palabras muy firmes. Excepto que Trump no las pronunció.
No hay constancia de que Trump haya emitido ninguna advertencia pública de este tipo antes de la invasión de 2003. Cuando el locutor de radio Howard Stern le preguntó a Trump, en septiembre de 2002, si estaba “a favor de invadir Iraq”, Trump dijo: “Sí, creo que sí. Ojalá la primera vez se hubiera hecho correctamente”. Trump no expresó una opinión firme sobre la guerra en una entrevista en Fox, en enero de 2003, diciendo que “o atacas o no atacas” y que el entonces presidente George W. Bush “tiene que hacer algo o no hacer nada, tal vez”.
Trump comenzó a expresar públicamente pensamientos críticos sobre la guerra poco después de que comenzara, en 2003, y luego se convirtió en un opositor explícito, en 2004. De hecho, recibió bastante publicidad por ese comentario, pero fue una crítica posterior a la invasión, no una crítica previa, como él sigue diciendo que fue.
Al preguntársele sobre esta afirmación falsa, el funcionario de la Casa Blanca respondió: “Dijo que estaba en contra”. Sin embargo, Trump fue más allá que simplemente afirmar que estaba en contra de la invasión; aseguró haber realizado comentarios públicos específicos antes de la invasión que en realidad nunca hizo.
El tío de Trump y el “Unabomber”
Trump ha mencionado repetidamente a su difunto tío John Trump, un profesor de larga trayectoria en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), como prueba de su propia inteligencia y sus buenos “genes”. En un evento sobre energía e innovación antes este mes, dijo que necesitaba “presumir” de la inteligencia de su tío, y luego inventó una historia que lo relacionaba de manera vívida, pero incorrecta con el difunto terrorista Unabomber, Theodore “Ted” Kaczynski.
“Kaczynski fue uno de sus estudiantes”, dijo Trump, y luego continuó hablando de haberle preguntado a su tío cómo era Kaczynski. “Le dije: ‘¿Qué tipo de estudiante era, tío John?’ Dr. John Trump. Le dije: ‘¿Qué tipo de estudiante?’. Y entonces él dijo: ‘En serio, bueno’. Dijo: ‘Corregía, iba corrigiendo a todo el mundo’”.
Este supuesto intercambio no pudo haber ocurrido. Aparte de que el MIT dice que no tiene información que sugiera que Kaczynski haya asistido alguna vez al MIT (fue a la cercana Harvard), el tío del presidente murió en 1985, más de una década antes de que Kaczynski fuera identificado públicamente como el Unabomber, en 1996. Dado que Kaczynski había vivido durante años como un ermitaño en la naturaleza, no hay ninguna razón aparente por la que Donald Trump habría estado preguntándole a alguien sobre Kaczynski en 1985 o antes.
La Casa Blanca ni siquiera intentó defender esta historia ni bajo condición de anonimato.
Trump y los disturbios civiles en Minneapolis
Trump, atacando a un prominente oponente demócrata, les dijo a miembros de las fuerzas armadas en un discurso en Fort Bragg, en junio, que “nunca olvidaré” lo que sucedió con el gobernador de Minnesota, Tim Walz, tras el homicidio de George Floyd, en Minneapoli,s en 2020: “Esa ciudad estaba ardiendo, Minneapolis se estaba incendiando, iba a quedar arrasada, y él no llamaba a la Guardia. Y esperé mucho tiempo, y yo llamé a la Guardia, y la salvé”.
Sea lo que sea que Trump recuerde, eso no es lo que pasó. En realidad, Walz, no Trump, fue quien desplegó la Guardia Nacional de Minnesota, más de siete horas antes de que Trump amenazara públicamente con desplegar la Guardia él mismo. Si bien muchos republicanos y algunos demócratas criticaron a Walz por no enviar la Guardia más rápido, es indiscutible que Walz, no Trump, fue quien finalmente lo hizo.
El funcionario de la Casa Blanca dijo que Walz activó la Guardia “solo” después de que Trump se lo instara. Eso es una aceptación implícita de que Trump estaba equivocado al decir que fue él quien activó la Guardia, y la declaración del funcionario también es incorrecta. Walz activó la Guardia antes de hablar con Trump sobre el asunto y antes de la declaración pública de Trump.
Trump y los daños a monumentos
Trump contó otra historia dramática, pero falsa, sobre su respuesta a las protestas de 2020 durante un discurso en Iowa, anteriormente este mes.
Trump dijo que, mientras los manifestantes marchaban hacia el monumento a Jefferson intentando derribar una estatua de Thomas Jefferson, “firmamos una ley” —“una ley antigua de 1909”— que “establecía que si tan solo tocas un monumento o una estatua, vas a la cárcel por un periodo de 10 años. Sin excepciones”. Afirmó que realizó una conferencia de prensa en medio de la marcha diciendo que cualquiera que toque un monumento “va inmediatamente a la cárcel por un periodo de 10 años”, y entonces “esa marcha se dispersó tan rápido”.
“¿Recuerdan esa noche? Fue una locura”, preguntó Trump durante su narración.
Nadie podría recordar esa noche porque no ocurrió. Trump no firmó ninguna “ley” sobre sanciones por daños a monumentos, no hizo nada para imponer sentencias de cárcel rápidas o automáticas de 10 años a quienes dañen monumentos, y la política que anunció en junio de 2020 no dispersó de repente una marcha activa hacia el monumento a Jefferson.
Lo que realmente sucedió: Trump anunció que había emitido un decreto que instruía al secretario de Justicia a dar prioridad a las investigaciones y procesamientos de personas que dañaran monumentos propiedad del Gobierno y a procesar a los infractores “en la mayor medida posible” permitida por la ley federal vigente, la cual establecía una sentencia máxima —no inmediata ni obligatoria— de 10 años en prisión. No está claro cuál fue el impacto, si es que tuvo alguno, de este anuncio en las protestas que siguieron al homicidio de Floyd.
Trump y la guerra de Rusia en Ucrania
Cuando un reportero le recordó a Trump en una conferencia de prensa en junio que él había prometido anteriormente terminar la guerra de Rusia contra Ucrania en “24 horas”, pero después dijo que hablaba sarcásticamente, Trump dijo: “Por supuesto que fue sarcástico”.
Pero claramente no fue sarcástico. Cuando Trump afirmó en abril que había hecho la promesa “en broma”, CNN encontró 53 ejemplos en los que prometió durante la campaña, en un tono, manera y contexto completamente serios, que pondría fin a la guerra ya sea dentro de las 24 horas tras regresar a la Casa Blanca o incluso antes, como presidente electo.
Cuando CNN preguntó a la Casa Blanca sobre esta afirmación falsa, la portavoz Anna Kelly respondió oficialmente con un comentario que no abordaba directamente la veracidad de la declaración. “Rusia y Ucrania están teniendo negociaciones directas por primera vez en años gracias al liderazgo del presidente Trump”, dijo Kelly.
Historia de Estados Unidos y del mundo
La formación de la UE
Trump ocasionalmente ofrece lecciones sobre historia mundial para reforzar sus argumentos contemporáneos. Pero esas lecciones a veces han sido falsas. En junio, por ejemplo, dijo al hablar de sus negociaciones comerciales con la Unión Europea: “La UE fue formada para aprovecharse de Estados Unidos en el comercio. Para eso fue formada”.
Expertos en la historia de la UE han dicho anteriormente a CNN que esta afirmación de Trump es “absurda” y “no podría ser más errónea o inexacta”, señalando que los presidentes estadounidenses apoyaron de manera continua los esfuerzos de integración europea que tenían como objetivo estabilizar el continente y promover la prosperidad.
Aranceles y la Gran Depresión
Trump ha hecho de los aranceles una de sus herramientas políticas distintivas. Durante una reunión del gabinete a comienzos de este mes, los defendió con una historia sumamente distorsionada sobre su papel en la Gran Depresión, afirmando erróneamente que los aranceles se restablecieron “después de la Depresión”, no durante ella.
Trump dijo: “No había un sistema de impuestos sobre la renta… en 1913, eso regresó, y funcionó bien por un tiempo, y luego vino la Gran Depresión. Y después intentaron restablecer los aranceles. Pero el asunto completo era, sabes, esto fue después de la Depresión. Fue uno de los grandes conceptos erróneos como suelen decir. ‘Oh, pero fue durante la’… no. El país tuvo una Gran Depresión, y luego después de la Depresión, después, mucho después de que comenzara, restablecieron los aranceles para ver si podían salvar la situación. Pero realmente les tomó 25 años, ¿no lo crees?, unos 25 años para salir de la Gran Depresión. Mucha gente no entiende eso”.
Completamente erróneo.
Estados Unidos impuso importantes aranceles cerca del comienzo de la Gran Depresión, a través de la Ley de Aranceles Smoot-Hawley de 1930; se piensa ampliamente que contribuyeron a profundizar la Depresión, que comenzó en 1929 y generalmente se considera que duró hasta 1939. Y aunque la historia económica siempre puede debatirse, no hay base razonable para la afirmación de que tomó 25 años “salir de” la Gran Depresión; la Segunda Guerra Mundial, de 1939 a 1945, sirvió como un gran impulso para la economía estadounidense.
Biden y el reparto de costos militares con Corea del Sur
En la misma reunión del gabinete, Trump repitió una historia falsa sobre cómo supuestamente Corea del Sur persuadió a Biden para que le permitiera abandonar completamente los pagos que había estado haciendo para ayudar a cubrir el costo de la presencia militar estadounidense en Corea del Sur, diciendo: “¿Y saben lo que hizo Biden? Probablemente fueron con él y le dijeron: ‘Miren, Trump nos trató terriblemente y no deberíamos estar pagando nada’, y él lo redujo a nada”.
De hecho, la administración de Biden firmó dos acuerdos de reparto de costos con Corea del Sur, uno en 2021 y otro en 2024, que incluyeron aumentos del gasto surcoreano; es decir, Corea del Sur aceptó dos veces pagar más de lo que pagó durante el primer mandato de Trump.
El funcionario de la Casa Blanca afirmó que “el presidente Trump tiene razón” porque Biden negoció acuerdos “malos” que aseguraron pagos “mucho más bajos” de los que Trump habría conseguido. Pero esa defensa contradice la afirmación falsa de Trump de que Biden acordó permitir que no se hicieran pagos en absoluto.
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