En 1997, se estrenaba una comedia romántica que le daba un interesante giro al género. El film en cuestión es La boda de mi mejor amigo, dirigida por P.J. Hogan y protagonizada por Julia Roberts como Julianne, una crítica culinaria que está enamorada de su amigo Michael (Dermot Mulroney) y que, obnubilada por sus sentimientos, decide sabotear el inminente matrimonio de este con la ingenua y dulce Kimmy (Cameron Diaz). Todo esto, desoyendo los sabios consejos de su mejor amigo George (Rupert Everett).
La película sirvió para mostrar otra faceta de Roberts, que para ese entonces parecía condenada a interpretar una y otra vez a muchachas buenas, bellas y próximas. También marcó el desembarco de Everett en Hollywood, posicionó a Mulroney como “galán” y, sobre todo, catapultó a la fama a Cameron Diaz, convirtiéndola en una de las comediantes más buscadas.
Ahora, a 28 años de su estreno, La boda de mi mejor amigo vuelve a ser noticia. Y no es para menos: su protagonista masculino acaba de revelar que es muy posible que próximamente se filme una secuela.
Mulroney, de 61 años, confirmó al New York Post este viernes que “se habla de una secuela” de la clásica comedia romántica. “Lo último que supe, entre comillas, es que los abogados estaban hablando”, dijo Mulroney, sobre la posibilidad de una secuela, expresando así que ya se estarían negociando los derechos.
“¡Dios mío! Todo fue un sueño”, añadió Mulroney sobre la realización de la película original. “Ya lo sabía desde que hice la audición con Julia, como cuando hice cola con un montón de chicos, y conseguí el papel. Sabía, y todo Hollywood lo sabía, que iba a ser una película excepcional”, indicó.
En declaraciones al Post, Mulroney atribuyó a La boda de mi mejor amigo el haber forjado su “duradera amistad con Julia” y su conexión con otros miembros del reparto como Everett, Diaz y el director P.J. Hogan. “Puedes hacer una película dramática realmente trágica y aun así divertirte muchísimo”, añadió. “Pero nunca olvidaré esos días en Chicago filmando esa película”, agregó.
En 2019, con motivo del especial sobre comedias románticas que editó la publicación Entertainment Weekly, Roberts, Mulroney, Diaz y Everett se reunieron para una cálida entrevista, a 22 años del estreno del film. “Pensé que era una película inteligente y divertida, con el aspecto de la comedia física que me encantaba”, contó la protagonista de Mujer bonita, quien reveló cuál es su escena favorita del largometraje. “La película alcanza autenticidad con la secuencia en la que Julianne le implora a Michael que la elija a ella. Es dulce y significativa”, remarcó la actriz.
Por su parte, Diaz recordó la escena que para ella fue clave: la del karaoke. “Estaba aterrorizada de filmarla, le permití al temor de cantar delante de tanta gente que invadiera mi cuerpo. Quería correr, huir, pero Dermot me dijo que podía hacerlo, y nunca dejó de mirarme como para reasegurarse de que yo estuviera bien”, recordó. Everett también hizo referencia a esa escena: “Es increíble, pasa de ser ridícula a completamente emotiva, Michael y Kimmy se enamoran más y más, y Julianne pasa a estar más aislada”, analizó.
Nominada a tres Globos de Oro y a un Oscar (para la banda sonora de James Newton Howard), la película de Hogan ingresó al octavo puesto de la lista de diez producciones más vistas de 1997 a nivel mundial, recaudando casi 300 millones de dólares en el año en que Titanic de James Cameron monopolizó el interés de la audiencia.
Esta no es la primera vez que se especula con la posibilidad de continuar la historia en un nuevo film. En este caso, el film iba a centrarse en la vida de George. “Me acuerdo que se lo propuse a Julia”, contó Hogan. “Iba a mostrar cómo George se iba a casar y cómo Jules iba a impedir esa boda también”, recordó el director sobre el proyecto que nunca cobró forma.
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