La princesa Ana es conocida por ser la miembro de la realeza más trabajadora, pero también demostró que tiene nervios de acero durante un intento de secuestro en 1974.
“Seguía diciendo que no quería salir del coche, y que no iba a salir del coche”, explicó Ana a las autoridades, según Smithsonian Magazine. También declaró a la policía que su conversación con el secuestrador fue “muy irritante”.
El sospechoso, Ian Ball, fue arrestado tras el incidente. Se declaró culpable de intento de asesinato y secuestro, y fue condenado a cadena perpetua en un centro de salud mental. Actualmente se encuentra recluido en el hospital Broadmoor, un hospital psiquiátrico de alta seguridad. Sin embargo, Ball sostiene que no estuvo involucrado.
“Soy un hombre inocente y cuerdo porque tenía buenas razones para creer que se había extraído la pólvora de las balas y que otra chica había sido sustituida por la princesa Ana”, declaró al Daily Mail en agosto de 2025.
Sigue leyendo para recordar el tan mediático intento de secuestro de Ana:
¿Fue secuestrada la princesa Ana?
La noche del 20 de marzo de 1974, Ana y su entonces esposo, Mark Phillips, regresaban al palacio de Buckingham después de un evento benéfico, cuando un Ford Escort rebasó su coche y los obligó a detenerse.
El conductor del Escort, Ball, saltó del vehículo y comenzó a disparar con una pistola. Cuando Ball, quien también disparó al chófer de Ana, Alex Callender, y a Brian McConnell, un periodista de Daily Mail que se encontraba cerca e intentó intervenir, ordenó a la princesa salir del vehículo, Ana respondió con su célebre frase: “Ni lo sueñes”.
¿Quién es James Beaton?
Beaton era el policía personal de Ana en ese momento. Recibió tres disparos durante el altercado.
“Él hizo bang bang, y me disparó en el pecho”, recordó Beaton en una declaración a la BBC en marzo de 2024. “Intenté dispararle de vuelta con mi arma. Fallé el primer disparo y luego el arma se atascó”.
Beaton también recibió disparos en la mano y el abdomen mientras intentaba proteger a la princesa.
“Todavía tengo un trozo de bala alojado en la mano”, contó el inspector, ahora retirado, a la BBC.
¿Quién más estaba en la escena?
El agente de policía Michael Hills, que patrullaba en las inmediaciones al momento del ataque, fue el primero en llegar al lugar. Ball le disparó en el estómago, pero Hills logró pedir refuerzos antes de desplomarse.
El exboxeador Ron Russell también estaba en la zona en ese momento y fue testigo de que le dispararan a Hills.
“Me detuve y escuché muchos golpes y destrozos, lo que pensé que era el alboroto habitual. Pero luego Ball disparó a un policía, y pensé: ‘Eso es excesivo, hay que hacer algo’”, contó Russell al Eastern Daily Press en 2006.
Russell dijo que luego golpeó a Ball una vez en la parte trasera de la cabeza y otra vez, “bien dado”, en la barbilla. “Cayó y la policía estaba por todas partes”, recordó.
¿Qué pasó con Ian Ball?
Tras el intento de secuestro, la policía encontró dos pares de esposas y una carta de rescate dirigida a la reina Isabel II en el coche alquilado por Ball. Ball dijo al Daily Mail en agosto de 2025 que el intento de secuestro pretendía ser “una farsa”. Ball también afirmó que “estaba más asustado que ella”.
Según The Guardian, el plan de Ball era pedir un rescate de 3 millones de libras por Ana y dar el dinero al Servicio Nacional de Salud para el tratamiento de pacientes psiquiátricos. Durante una aparición en 1980 en el programa de entrevistas británico Parkinson, Ana recordó haber sido “escrupulosamente educada” con Ball hasta que él le rompió el vestido.
“Pensé que era una tontería ser demasiado grosera en ese momento”, explicó. “La parte trasera de mi vestido se rasgó y ese fue su momento más peligroso. En ese momento perdí la compostura”.
¿Qué pasó después del intento de secuestro?
Beaton, Hills, Callender y McConnell fueron hospitalizados tras el incidente, y todos se recuperaron de sus heridas. Por defender a Ana, la reina le otorgó la Cruz de Jorge, que reconoce actos de extrema valentía realizados por civiles y militares fuera de combate.
Hills y Russell recibieron la Medalla George, mientras que Callender y McConnell recibieron la Medalla de Gallardía de la Reina.
Ana visitó a Beaton en el hospital poco después del ataque.
“Cuando la princesa Ana vino a verme al hospital, fue bastante divertido porque el personal me decía: ‘Vamos, tienes que ponerte algo. Cúbrete el pecho y todas las heridas y esas cosas’”, contó Beaton a la BBC en marzo de 2024. “Le dije: ‘Oh, basta’. Simplemente comentamos, ‘Nos alegra que sigamos todos vivos y coleando, por así decirlo’”.
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