
El secreto del éxito de Lewis Hamilton posiblemente no esté en cómo maniobra su auto en las pistas de la Fórmula 1. Su figura, por demás conocida en el deporte de las cuatro ruedas, trasciende por fuera del circuito donde recibe la contención de su perro Roscoe de raza bulldog que, recientemente, fue portada de la prestigiosa revista Vogue.

“Soy un bulldog vegano al que le encanta viajar y jugar a la pelota. Me gusta jugar con el frisbee y al tenis”, dice la biografía de la cuenta oficial de Roscoe en Instagram, la cual es supervisada por el propio Hamilton, quien sube fotos y videos de su vida. La cuenta tiene 1,3 millones de seguidores.
El amor de Hamilton por los perros nació de muy chico cuando se encariñó con Goldie, el perro Golden retriever de su papá. Años más tarde, con el meteórico ascenso a la Fórmula 1, que incluyó mucho tiempo fuera de su casa, viajando por distintos lugares del mundo, el piloto se convenció de que debía adoptar una mascota.
Tras anunciarle a su familia sobre la decisión, Hamilton recibió la negativa de su círculo más cercano con el argumento de que no podría cuidarlo y estar presente debido a sus compromisos profesionales. “Odio que la gente diga que no puedo hacer algo. Me gusta demostrarles que se equivocan”, explicó en la entrevista con Vogue.

Los requisitos de Hamilton era que sea un perro “fuerte”, de tamaño “mediano” y preferentemente de raza bóxer o bulldog. En lo que fue un amor a primera vista, Hamilton adoptó a Roscoe y Coco -quien falleció repentinamente en 2020-.

A la hora de definir cómo es la personalidad de Roscoe, el deportista no dudó en destacar el temperamento de su hijo de cuatro patas. “Es muy amable, un encanto. Cualquiera puede acercarse a él desde cualquier lugar. Nunca ha atacado a nadie. Es súper tranquilo. No se vuelve loco con otros perros. Es probablemente el perro más tranquilo que existe, de verdad, hasta que ve una pelota...”, explicó.
Una de las excentricidades que más destacó Hamilton en la entrevista fue cuando llevó -en varias oportunidades- a su perro al cine: “La primera vez que fui fue para ver Guardianes de la Galaxia. Éramos solo él y yo. Era en 3D, y él se sentó en la silla a mi lado, y le puse gafas 3D, y se sentó allí viéndola durante cinco minutos, y yo simplemente no podía parar de reír. No podía concentrarme en la película“.
En un mundo que parece utópico o difícil de dimensionar, Hamilton destacó muchas otras actividades de su perro, como el día que visitó a una médium y esta contó cuál era el deseo del can: “Su entrenadora lo llevó a ver a una médium, y ella me envió una nota de voz con toda la historia que contó esta persona. Dijo que Roscoe solo quería tocino porque llevaba siete años comiendo a base de plantas”.

Roscoe Carl Davidson Hamilton es su nombre completo. En la voz de su dueño, se conoció la historia de este perro amante de la sandía y la piña. De signo escorpio. Y otras tantas particularidades más que construyen un personaje encantador y digno de ser contado.

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